Nunca se acrodará de nuestros pecados - Sách nói Miễn phí

Un hombre fue de vacaciones con su familia en el Rolls Royce de un amigo suyo.  En una parte del viaje, el auto se descompuso y él tuvo que llamar a las oficinas centrales en Inglaterra.  Dos mecánicos expertos volaron inmediatamente al lugar con el equipo necesario y las vacaciones no se arruinaron.  Ya que no quería molestar a su amigo que amablemente le había prestado el auto, decidió absorber los gastos y les dejó el número de su tarjeta para que le hicieran los cargos de este incidente.

Unas semanas después, cuando volvieron a casa, el hombre buscó la factura de Rolls Royce en su correo.  Pasaron seis meses y no llegaba.  Preocupado de que, por error, se al hubieran enviado a su amigo, llamó nuevamente a la agencia.  Primero explicó toda la situación a uno de los contadores quien lo pasó al gerente, a quien también le explicó la situación.  Apenas había terminado de hablar cuando el gerente respondió, “Señor, ¡eso es imposible!  ¡Un Rolls Royce nunca se descompone!  ¡No hay ningún registro de ese incidente!”[1]

En el texto de hoy, después de haber hablado de la superioridad de Jesús como Hijo de Dios, como profeta, sacerdote y sacrificio, termina diciendo, “«Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades.» Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado.” (10:17-18).  En otras palabras, ¡No hay registro de esos incidentes!

Leer: Hb 10:11-18; Ez 36:22-32

[1] http://lessenceduservice.fr/blog/special-assistance-from-rolls-royce-is-part-of-it/